Con el resurgir del militarismo alemán tras la llegada de Hitler a la Cancillería en junio de 1.933, el ejército (el Reichsheer) aún estaba utilizando los tres cascos provenientes de la Gran Guerra (modelos 1916, 1917 y 1918, este último con la ondulación en los laterales y que se creía destinado a la caballería de 1ª línea).
Casco M1917/18 de los
Heeres.
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Casco M1916 de la
Luftwaffe.
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Modelo Austriaco M1918
sin calcas.
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Pero el ejército no se hallaba muy conforme con estos viejos cascos, a los que calificaba de demasiado pesados (de 980 g. a 1.180 g., sin guarnición ni barboquejo). Se insistía además, en que sus características impedían una buena visión y la audición era dificultosa.
Casco en aluminio para
Ceremonias
de los Heeres.
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Durante los años 1.930/33 se había fabricado un casco ligero, de 450 g. en fibra vulcanizada (Vulkanfiber), que no resultó de utilidad. Igualmente se intentó la fabricación de otro casco más ligero que el de acero, en aluminio, que finalmente fue dejado para ser utilizado por oficiales en paradas y desfiles.
Derivado del Mº 1916, aunque de dimensiones más ajustadas, finalmente se configuró un nuevo casco, el Mº 1935, sin duda el de diseño más estético de los cascos militares contemporáneos.
Por su acertado proyecto se le ha llegado a definir como "la máxima expresión de la arquitectura alemana".
Este interesante casco fue la obra de un equipo de excepción, el Cirujano August Bier y el Maestro Armero Franz Marx, continuadores del que proyectó el anterior Mº 1916 (Bier también había pertenecido a aquel equipo). Los proyectistas preveían que en una futura guerra (que ya se estaba fraguando) la movilidad de los soldados requeriría una protección diferente que la requerida en una guerra de trincheras. Debía ser más ligero y cómodo.
Durante la presentación de nuevos uniformes para el Reichsherr, en 1934, ya se adivinaba la futura evolución del casco alemán. Se habían previsto unas ranuras para un nuevo barboquejo, pero en el casco definitivo fueron suprimidas
El resultado fue un casco de dimensiones más contenidas. La visera y la "falda" posterior y lateral eran más cortas. Pero no suponía una drástica rotura con la imagen del casco alemán utilizado durante la Gran Guerra ni disminuía la cobertura.
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Casco en aluminio para
Ceremonias
de los Heeres.
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Por otra parte, se consideró inútil una protección suplementaria del tipo Stirnpanzer en una guerra de movilidad y, en consecuencia, no se mantuvieron los tetones para su soporte. Pero se mantuvieron los dos orificios para aireación reforzándolos con gruesos ojeteros metálicos.
En mayo de 1.935 (AHM 1.935, nº 289, 25/6/35) fue adoptado oficialmente el nuevo casco para las tropas del III Reich, como Stahlhelm 35.
La guarnición modelo 1931 fue un elemento básico en el nuevo casco. Adoptada en los últimos cascos Mº 16, considerados por ello "de transición", supuso una gran aportación por su comodidad, ligereza y posibilidad de sustitución, que mejoraba ostensiblemente su higiene.
Esta guarnición, que ya había probado su idoneidad durante el periodo prebélico, fue un elemento que no precisó de ningún retoque a lo largo de la guerra.
Alemania he había reinstaurado el servicio militar obligatorio, multiplicando y diversificando los efectivos de su ejército, lo que supuso que, además de la creciente Heer, otros componentes de la nueva Werhmach (Luftwaffe, Kriegsmarine) reclamaban sus propios cascos M35.
Casco M35 de la Luftwaffe.
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Casco M35 de los Heeres.
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Casco M35 de las SS.
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La producción inicial era lenta (el proceso de estampado y troquelado requería 14 operaciones). En julio aún faltaban 1,4 millones para completar las cantidades requeridas, y más de 2,7 millones para cubrir las necesidades de una posible movilización.
Hasta marzo de 1.938 fue imposible completar las entregas previstas.
En un principio tan sólo un par de fábricas contaban con pedidos para la fabricación de los cascos Mº 35. Pero pronto tanto la Eisen-und Hüttenwerke, de Thale, como la Sáchsische Emaillier - el und Stanzwerke, A.G., de Lauter, se mostraron incapaces para abastecer la creciente cantidad de cascos que exigía el ejército. Cifra que continuamente era aumentada a consecuencia de la precipitación de la situación internacional y los propios planes expansionistas secretos previstos por Alemania.
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